No tener a nadie en quien pensar sentimentalmente es un alivio que muy
pocas personas saben valorar, te levantas por la mañana y no tienes en
tu mente la discusión que anoche tuviste con tu pareja y te hizo dormir
mal, no tienes que escribir a nadie para dar explicaciones de lo que te
apetece hacer, nadie depende de ti, y tú no dependes de nadie, te ayuda a
conocerte a ti mismo, a valerte por ti mismo, a sobrevivir en un mundo
fabricado para las parejas, pero estar solo no debe ser una opción, algo
que elijas porque alguien te ha hecho daño, porque decir: “No volveré a
enamorarme porque mi anterior amor me hizo daño”, es tan tonto como el:
“No volveré a beber porque tengo resaca”, y todos sabemos que no
podemos controlar nuestros sentimientos, como tampoco podemos controlar
nuestra sed por lo divino, yo estoy sólo y he aprendido a estar bien
sólo, es una ventaja que le tomado al mundo, pero eso no quiere decir
que cuando una chica entra en mi mundo cierre los brazos, cuando una
chica entra en mi mundo, lo mueve todo, es la emperatriz de los
sentidos, además, que aburrido y fácil sería todo si tuviéramos bajo
control lo que sentimos.
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