Soy tu madre, naciste de mi fuego, sangre y tripas, te creé entre gritos
de liberación, naciste de mi dolor pero en el momento en el que te tuve
en mis brazos toda la rabia, la frustración, la pena, se difuminaron y
solo dejaron sitio al amor y a la ilusión, toda confusión y sin sentido
de este mundo cruel perdió el protagonismo, porque ahora solo tú eres lo
principal, viniste del placer más intenso, noté como entrabas en mí y
te quise desde aquel instante, luego nos quedamos solas, tú y yo contra
el mundo, note como cada centímetro de tu piel crecía en mi interior,
como te ibas convirtiendo en una creación más grande que yo, y cuanto
más ibas haciéndote real, más miedo tenía, iba a expulsarte a un mundo
feo, desagradable, perdido y hostil, nadie está preparado para salir a
este mundo y arrastrarse por su fango, yo vomitaba solo con imaginarte
arañada, magullada intentando pelear por salir adelante en un mundo que
siempre te pondrá el pie encima para que no crezcas, para que no
destaques, intentarán callarte, censurarte, discriminarte por ser quien
eres, por ser como eres, y me angustia solo de imaginar ese punzón de
dolor que tendrás cuando caigas la primera vez, cuando fracases por
primera vez, pero entonces, me entra por el pecho una sensación de
orgullo, de satisfacción inimaginable, mares y océanos de alegría
azotando mi sonrisa para despertarla al imaginarte luchando por
levantarte, pataleando, sacando todo el valor que solo tu naturaleza
tiene para alzarse y con el puño en alto anunciar tu nombre al mundo,
moría entonces de ganas de tenerte por fin en mis brazos, y ahora te
tengo, tú y yo solas contra el mundo, soy tu madre, tú también me
creaste, pero soy yo quien debe protegerte, incluso cuando me odies,
incluso cuando pienses que te odio, estoy protegiéndote, siempre pondré
mi alma y mi piel delante de cada bala para salvarte, sin esperar nada a
cambio, solo con el amor incondicional de una madre, incluso cuando no
te entienda y te rebeles contra mí, seré tu madre siempre, seremos una
unión indisoluble, la creación de las creaciones en mis brazos aun
llorando por el dolorido despertar, y tú solo tienes que dejarme
enseñarte, equivocarte, y crecer, yo haré el resto, soy tu madre, yo
cargaré con el peso del mundo en mis hombros.
Comentarios
Publicar un comentario