Horizonte cercano

Lo malo de ser una persona graciosa es esto: nadie nunca te toma en serio, el humor te hace parecer niño en cual aspecto de la vida que lo uses, por eso no se valora en los Oscars, el drama social o humano es más fácil de valorar, de engancharte, de sentirte identificado, el humor es el amigo tonto de las artes, no para mí, yo siempre valore más el arte de hacer reír que el de hacer llorar, por eso de pequeño era el que hacía chistes y bromas en clase, el que se llevaba las hostias de los profesores por escuchar las risas de sus compañeros, zapatos de profesores han volado hacia mí por decir algo inapropiado, sí, es algo que llevo haciendo desde que siempre. Por eso, en las relaciones no se me toma en serio, porque incluso cuando me enfado parece que estoy de broma, y si me enfado demasiado… Nadie quiere verme así, yo el que menos, me odio si me enfado demasiado, por eso siempre suavizo, una vez me enfade demasiado y no quiero volver a verme así nunca más, por lo que ahora intento minimizar la tensión con bromas o sobreactuación, y claro, no te toman en serio, y te acaban dejando por no ser lo suficientemente cruel para ser un capullo integral, por eso, y porque soy un jodido inseguro de mierda.  Por eso, en la escritura todos hacen bromas sobre mí, porque soy el hermano tonto de la poesía, porque intento llevarlo a mi forma de ser tanto que nadie me mira con seriedad, sólo soy el tipo que sube a un escenario y dice lefa, y la gente se ríe, y yo pretendo disimular y hacer como que no me afecta, porque sólo se quedan con lo que sale de la punta de mi polla y no con todo el dolor y sufrimiento que emana de la persona que sostiene esa polla, es el precio a pagar por intentar hacer reír a base de torturarme, es el zapato de esa profesora una y otra vez, por hacer reír no se me toma en serio, cuando pienso que debería ser al revés, pero bueno, la desgracia y fortuna de todo esto, es que yo no puedo cambiar, yo soy así, la vida me ha regalado el don del sentido del humor, y tengo que vivir con ello y disfrutarlo, y con suerte, su hago disfrutar a los demás, mejor, pero si es posible, y sólo posible, que si alguien vuelve a hacerme sentirme infravalorado en cualquier aspecto, en un horizonte muy cercarno, le mandaré a la mierda, pero eh, con todo el humor del mundo que quepa en mi dedo corazón.

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