Todo el mundo dice I love you menos you.

Nadie me dice I love como you
sin pronunciar esas palabras ya tan manoseadas
simplemente saltas corriendo hacia mí y me abrazas y me miras como si valiese la pena jugársela por alguien como yo, como si mis defectos y fracasos no pincharan.
Y vuelvo a casa en la nube mágica de Goku, con su misma inocencia y risa de niño pequeño mientras gente extraña me baila coreografías con la música que suena en mí cabeza.
Pero al día siguiente todo ha sido un sueño, y nadie me dice I love you ni como tú ni como nobody, y me levanto con resaca a las seis de la mañana y salgo al balcón buscando algo de frío que corte mi cara, para asegurarme de que esto es la realidad y de que el mundo sigue girando en la mala dirección, vale, lo noto, todo sigue donde estaba, ahora vuelvo dentro y me envuelvo entre las sábanas como un burrito de mediocridad, pero cierro los ojos y me giro y estás ahí, mirándome con los ojos cerrados también, envuelves mi fría cara con tus manos calientes y me vuelves a decir I love you como you sabes, y cuando vuelvo a abrir los ojos no estás, el mundo sigue girando en el sentido equivocado, pero yo sigo sonriendo por el lado correcto como cuando vuelvo a casa después de que me abraces, porque te quiero tanto, tanto, que no necesito que me quieras. Necesito que existas, así el mundo es más correcto. Así mi vida sonríe más.
Y aunque todo el mundo diga I love you menos you, tú lo demuestras, y aunque al día siguiente la realidad nos golpee con su fría palma en la cara, nadie me dice I love you como you...

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